Pues sin exagerar, fue una mañana fantástica.
Es una niña muy risueña y me lo puso muy fácil desde el principio.
Además de tener unos grandes ojos super expresivos que llenan cada imagen de dulzura.
Como ya os he contado en otras ocasiones, primero hicimos unas fotos en casa, aprovechando la tranquilidad e intimidad del hogar.
Para aportar variedad, en algunas tomas utilicé prendas de atrezzo, como gorritos y mantitas para cubrirla.
Su perrita «Pecas» se sumo al reportaje y conseguimos algunos retratos muy graciosos de las dos juntas.