Cuando hable con los papás de Pablo, lo primero que les aconsejé fue empezar el reportaje en su casa. En mi opinión, son fotos preciosas que transmiten muchísimo.
Así que unas horas antes al comienzo de la ceremonia, comenzamos con retratos con papá y mamá, seguimos con un relajante baño para después vestirlo.
Los padrinos y abuelos llegaron y llenaron al peque de mimos y carantoñas. Os aseguro que capturar la mirada de ternura de una abuela no tiene precio.
Aprovechamos el camino a la iglesia para hacer algunos retratos familiares, de manera que todos tuvieron varias fotos de recuerdo con el pequeño de la familia.
Después, en la iglesia se produjeron momentos realmente emotivos. Además, la luz de la parroquia era preciosa y es de agradecer ya que la mayoría de las iglesias son bastante oscuras.
La ceremonia, es siempre el plato fuerte y hay que estar preparado y conocer todo lo que va a suceder para captar cada momento importante.
Y por supuesto, para finalizar, hicimos fotos familiares en el altar.
Aquí os dejo algunas fotos del bautizo de Pablo ¿No os parece un recuerdo precioso?